“En todas mis facultades y autovalencia, hago de corazón el regalo de una biblioteca que fue mi apoyo en mi vida cotidiana y profesional de mujer estudiosa y abierta siempre a lo nuevo, al cambio y a estar informada”. Así comienza la misiva que Luz Volpone envió a Viviana García, directora ejecutiva del Centro Gerópolis de la Universidad de Valparaíso y académica de la Escuela de Fonoaudiología, para formalizar la donación a la UV de alrededor de quinientos libros de diversos temas y géneros literarios.
Profesora de francés, Luz Volpone a sus 86 años decidió trasladar su residencia de Villa Alemana a Valparaíso para estar más cerca de sus amistades e instituciones como el Centro Gerópolis, lugar donde ha podido reinventarse a través de distintas actividades educativas y culturales de vinculación con el medio. El cambio de ciudad fue la oportunidad perfecta para concretar la donación de su biblioteca personal, decisión que había tomado previo a la pandemia: “Con profunda e infinita gratitud a Gerópolis y a la creativa Universidad de Valparaíso, siempre abierta al cambio y heredera de la Universidad de Chile”, expresó en su carta.
“Siempre he estado abierta a compartir todo lo que sé, todo lo que tengo en mi intelecto y también lo que poseo. A esta edad uno ya va finalizando su ciclo de vida, eso me ha movido a entregar lo que tengo a personas que realmente lo van a aprovechar, espero que así sea y que esta biblioteca valga para muchos”, manifestó al momento de hacer entrega de sus libros.
Viviana García valoró la generosidad de Luz Volpone y destacó los vínculos genuinos que se han desarrollado entre la Universidad de Valparaíso y la comunidad mayor de 60 años. “Cuando conformamos el Centro Gerópolis, nuestros principales desafíos estaban enfocados en la vinculación con las personas mayores y poder contribuir a su bienestar. En cada una de nuestras acciones buscamos que así sea, que nuestras acciones tengan pertinencia a las necesidades de las personas mayores y aplicación inmediata en sus vidas. Pero lo más importante: que la relación que establezcamos sea recíproca, atenta, respetuosa, comprometida y no instrumentalizada. Nos hacemos parte de sus vidas y con esa tremenda responsabilidad nos preocupamos de cumplir con esas premisas. A lo largo de estos años, nos hemos emocionado con relatos y tantas expresiones de afecto, sobre todo de muestras concretas del impacto del trabajo de Gerópolis y de cómo se van forjando redes y vínculos entre las personas que lo conforman”, manifestó.
“Leer es crecer”
Lucciana −pseudónimo literario de Luz Volpone− plantea que su biblioteca es sumamente miscelánea, desde escritores españoles de la generación del ’98 hasta literatura chilena contemporánea. Además, por su profesión, figuran libros de lingüística, historia francesa e incluso la popular historieta Astérix el Galo.
“Estoy contenta porque sé que los libros quedan en buenas manos, gente estudiosa que ama los libros, que le gusta leer. Leer un libro es otra cosa que estar leyendo en internet, se disfruta más, uno lleva el libro donde quiera y en cualquier momento avanza en sus hojas. Para mí leer es crecer, el ser humano crece leyendo, los autores nos hablan de sus experiencias vividas, de sus ilusiones, con ideas futuristas o con mucha creatividad nos llevan a desarrollarnos y progresar intelectualmente, despejando la mente y abriéndonos a cambios, a otras realidades, a experiencias que uno las vive con los protagonistas en ensayos, novelas, teatro e incluso en la lírica”, sostuvo.
Patricia Reyes, académica de la Escuela de Derecho y directora de Bibliotecas y Recursos para el Aprendizaje, manifestó gran emoción por la donación: “Nos muestra la convicción de Luz Volpone acerca de la importancia de las bibliotecas para el ámbito universitario, entendiendo que los libros abren mundos y espacios para el conocimiento y la curiosidad intelectual a nuestros estudiantes, académicos y funcionarios, creando al mismo tiempo experiencias de comunidad. Además, que ella sea parte de Gerópolis nos compromete a seguir trabajando para abrir también nuestros espacios y colecciones a los adultos mayores, vinculándonos más activamente con ellos”.
Sobre el destino de los libros, indicó que “la biblioteca donada está siendo revisada por nuestra área de procesos técnicos, unidad que se encargará de registrar y clasificar los títulos de acuerdo con su temática, para luego distribuirlos a nuestras bibliotecas ubicadas en Valparaíso, Viña del Mar, Santiago y San Felipe, para que queden a disposición de nuestra comunidad. Hasta el momento creemos que la mayor parte de la colección quedará ubicada en las bibliotecas de Humanidades y Arquitectura. Además, estamos trabajando en la idea de dar acceso a toda la comunidad de Gerópolis a nuestros espacios, servicios y colecciones; pronto habrá novedades”.
El ikigai o la razón de ser
Según estudios realizados en comunidades con población centenaria, es decir, con gran número de personas de cien años y más, denominadas “zonas azules”, uno de los factores de la longevidad es el ikigai, un concepto japonés que se refiere a la motivación de vivir o a la razón de ser. En opinión de Viviana García, la decisión de donar su biblioteca personal en el escenario de un traslado a otra ciudad tiene relación con este concepto, de una búsqueda de sentido.
“La historia de vida de las personas y la manera en la cual han ido enfrentando cada una de las etapas es relevante para entender por qué en este momento de la vida alguien desea asumir nuevos desafíos. El apoyo social, las creencias, el nivel espiritual alcanzado, el sentirse valorados y la convicción de que pueden seguir contribuyendo son elementos que permiten a las personas a reinventarse y reconvertirse”, agregó.
A su vez, subraya que mediante las distintas actividades coordinadas por Gerópolis, la UV promueve la búsqueda de motivaciones en las personas mayores, “de sentir que tienen una razón para levantarse día a día”, concluyó.
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